Reforzamiento positivo
El reforzamiento positivo consiste en reforzar la conducta que se desea conseguir de tal manera que a la aparición de la respuesta tenga lugar
contigentemente una consecuencia agradable para el sujeto. Esta inmediatez del refuerzo hace que se fortalezca la relación entre la respuesta y la consecuencia . Si a partir de ese momento se
observa que la conducta se incrementa, o al menos se mantiene, podremos decir que está siendo reforzada positivamente y el reforzador empleado lo denominaremos reforzador positivo. Se produce una
mutua interdependencia entre la conducta y su reforzador (relación de contingencia). Esta interdependencia hace más probable la aparición de la conducta en un futuro.
El reforzamiento positivo tiene un carácter natural cuando en la vida cotidiana existen muchos objetos y acontecimientos que son positivamente reforzantes: recibir el salario por lo que se trabaja, recibir una sonrisa, felicitar, etc.
En ambientes educativos el reforzamiento positivo necesita de que se disponga de reforzadores más “artificiales” o intencionalmente localizados, con el objeto de incrementar tareas académicas, incrementar repertorios lingüísticos, etc. mediante reforzadores secundarios materiales, sociales o de actividad.
Algunas pautas para un uso más correcto deesta técnica operante son las siguientes:
- El reforzador debe ser eficaz. No todos los/as alumnos/as son sensibles al mismo tipo de reforzador.
- En el reforzamiento positivo deben asociarse los reforzadores de tipo material con los de tipo social siendo más deseables estos
últimos.
- Los reforzadores de actividad en ambientes educativos son muy útiles: disponer de tiempo establecido para dedicarlo a actividades preferidas como
consecuencia de la conducta que se quiere instaurar o desarrollar.
- Los reforzadores empleados deben ser contingentes para afianzar la conducta.
- Si la conducta resulta excesivamente compleja deben programarse pasos intermedios o subconductas para utilizar con ellas el reforzamiento
positivo.